Viernes 4 noviembre – Madrid Arena (ant. Heineken)
Recuperamos crónica
La guerra de los dioses paganos, Surtur contra Anubis, mitología nórdica y de oriente próximo. Dos grandes
y veteranas bandas del Death Metal, una melódica y otra sinfónica, que están
viviendo un gran reconocimiento y llegan arrasando en su gira europea con sus
gigantes, vikingos, demonios y vampiros. Entradas agotadas y largas colas bajo la lluvia para “coger sitio” y
poder ver lo mejor posible uno de los conciertos de Death Metal más esperados de la temporada.
Para abrir, Septicflesh, una admirada banda griega de Death Metal Sinfónico y oscuro que nos presentaba su octavo disco The
Great Mass, acogido
como uno de los mejores trabajos Death del año, tras haber dejado el listón
altísimo con su anterior obra Communion.
Formada (1990) por Spiros "Seth" Antoniou (voz
gutural y bajo), Christos Antoniou (guitarras, sampler), Sotiris Vayenas
(guitarras, voz melódica) y Fotis Benardo (batería). Metal Extremo y
experimental, con base rítmica endiablada
y agresiva acompañada de contundentes riffs, ambientación
orquestal de la «Filarmónica de Praga»,
coros inquietantes y al frente la impresionante voz gutural de Seth Siro Anton,
para transportarnos a su oscuro experimento artístico.
Con un público completamente encajonado y poco dispuesto a
ceder un centímetro de “su sitio” comienzan a sonar los primeros acordes de la
terrorífica y ritualista The Vampire from Nazareth, arropados por la escenografía de grandes lonas
decoradas con las increíbles obras de Seth Siro (además de músico,
reconocido artista gráfico e ilustrador que además diseña artworks para bandas como Paradise Lost, Exodus, SoilWork,
Moonspell…) y un trabajado juego de
luces para recrear su mundo de pesadillas y extraños rituales…
Y desde luego que lo consiguieron. Sonido impecable y
ejecución perfecta, brutal y con gran técnica a una velocidad imposible que
deja los samples ambientales en un
segundo plano y permite que la arrolladora voz de Seth Siro tome protagonismo.
Acompañan al delirio las poses de oscuro maestro de ceremonias de
su vocalista, peculiar juego participativo con el público, que tiene su momento
más álgido con el tema Persepolis, donde
sus seguidores esperan la habitual orden de ejecutar un “wall of death”
(la gente abre un pasillo central y luego chocan entre sí a la carrera) que desde luego obedecen con
entusiasmo. Complicidad con los asistentes sin caer en numeritos simplones y primando la música.
No nos cabe duda de que esa noche Septicflesh ganó nuevos adeptos con su potente sonido e
inquietante puesta en escena desgranando en su Set List ocho
temas de sus dos últimos trabajos: The Vampire from Nazareth, Communion, We,
the Gods, Pyramid God, A Great Mass of Death, Anubis, Persepolis y Five-Pointed Star.
Tras el descenso a los infiernos y las sensaciones
inquietantes llegó la batalla épica y la fiesta pagana de Amon Amarth. El ejercitó se reunió al completo, sin bajas, en el
día y a la hora pactadas.
Con las armas afiladas y las gargantas a punto, nuestro Víkingr Johan
Hegg inició el combate con War of the Gods. La tribu Amon Amarth desplegó a todos sus
guerreros en el escenario con Johan Hegg a la cabeza (vocalista) los
guitarras Olavi Mikkonen y Johan Söderberg, el bajista Ted Lundström y el
batería Fredrik Andersson. Desde el inicio el enemigo quedó rendido a sus pies
y no tuvo más remedio que unirse al resto de guerreros y a los gritos de
guerra.
Una lona de su último trabajo como sencilla escenografía y
no hacía falta más, porque estos cinco músicos en el escenario son ya un
espectáculo, desde la primera nota acompasan con un headbanging que puede marear a cualquiera, de
la primera canción hasta la última. Esa es su puesta en escena y, desde luego,
la complicidad del público desde el primer momento, brindando con Hegg y su
cuerno vikingo lleno de cerveza. Es un lujo escuchar en directo los riffs de guitarra de Mikkonen y Söderberg, mantener el
ritmo de Lundström y la contundencia del sonido de la batería de Andersson. Si
a todo esto le añadimos esa voz gutural de Hegg y el exquisito Set
List que nos proporcionaron, la noche fue
redonda.
Los riffs de
guitarras eran continuamente coreados convirtiendo los temas en auténticos
himnos, y eso sucedió con The Pursuit Of Vikings, a Hegg no
le hacía falta cantar, para eso estábamos nosotros, lo mismo
sucedió cuando empezaban los primeros acordes de temas como Runes to My
Memory, Death In Fire, Twilight Of The Thunder God y Guardians Of Asgard, y
en lo que respecta a nosotros como a muchos en la sala con Live for
the Kill.
Death Metal Melódico con temática vikinga. La banda sueca ha consolidado su música después de
muchos años batallando, casi veinte y ocho álbumes. Excelente producción y un
sonido más agresivo para su último trabajo Surtur Rising, con temas que ya se han
convertido en “clásicos”. Como su nombre indica son “el Monte del Destino” (Amon
Amarth) de un nuevo Metal que se impone
cada vez con más fuerza en nuestro país y con una legión de adeptos que ha
conseguido colgar el Sold-Out en
Madrid y Bilbao, e incluso ha obligado a cambiar de sala en Barcelona.
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